domingo, 26 de febrero de 2012

Orgullo y prejuicio

Hola a todos. 
Hoy estoy aquí para recomendaros una película que siempre quise ver y que por fin ayer vi. 
Es Orgullo y prejuicio: Las cinco hermanas Bennet, Elizabeth, Jane, Lydia, Mary y Kitty, han sido criadas por una madre cuya única fijación es encontrarles marido. Pero Elizabeth, inteligente y con carácter, desea una vida con perspectivas más abiertas, un anhelo respaldado por su padre. Cuando el rico y soltero Sr. Bingley se instala en una mansión vecina, las hermanas Bennet no pueden creer su suerte. Entre los numerosos y sofisticados amigos londinenses que vienen a visitarle y la llegada de varios jóvenes oficiales, habrá pretendientes de sobra. Jane, la hermana mayor, de gran belleza serena, parece haber conquistado el corazón del Sr. Bingley. Elizabeth cono ce al apuesto y aparentemente orgulloso Sr. Darcy y se deasata la tormenta. Se ven a menudo y casi siempre acaban discutiendo. Pero Elizabeth está menos dispuesta que nunca a aceptar al Sr. 
Collins, un primo lejano que ha pedido su mano. Apoyada por su padre, asombra a su madre y al Sr. Collins rechazándolo. Cuando el Sr. Bingley se marcha a Londres sin avisar, rompiendo el corazón de Jane, Elizabeth culpa al Sr. Darcy. Sin embargo, una inesperada crisis con Lydia, la hermana pequeña, permite a Elizabeth darse cuenta de la verdadera naturaleza de su relación con el Sr. Darcy. Las hermanas Bennet y todos los que las rodean, después de este torrente de sorpresas y emociones que no ha dejado a nadie indiferente, comprenden lo que realmente cuenta en esta vida.



Se estrenó en 2005. Protagonizan la película en las papeles principales, Keire Knightley (Elizabeth Bennet), Matthew Macfadyen (Sr. Darcy), Brenda Blethyn (Sra. Bennet), Donald Sutherland (Sr. Bennet), Rosamund Pike (Jane Bennet), Jena Malone(Lydia Bennet), Tom Hollander (Sr. Collins) y Judi Dench ( Ladu Catherine de Bourgh). La dirge Joe Wright a partir de una adaptación de Deborah Moggach de la novela de Jane Austen. 

Aquí esta el trailer de la película subtitulado en español. Espero que os guste.




Cuando terminéis de ver la película os pasará como a mi que tienes la sensación de que falta algo. Es cierto a la película le falta un final alternativo que se hizo pero que en el libro no aparece por eso en muchos países no se incorporo y solo permanece en la versión americana. Aquí os dejo el final alternativo para que disfrutéis con el como yo lo hice.




Si la película os ha gustado, seria recomendable que leyerais el libro. Yo acabo de ver la película y me encanta y cuando tenga tiempo leeré el libro. Es una historia fascinante y espero que os guste a todos. Cuando Jane Austen escribió Orgullo y prejuicio, apenas tenia veinte años, y compartía habitación con su hermana. Escribía en simples cuadernos. La primera redacción de la obra data del periodo 1796 y 1797; inicialmente recibió el titulo de First Impressions (Primeras impresiones), pero nunca fue publicado con tal titulo. Esta primera versión de la novela ya estaba esbozada por Jane Austen a los 21 años. En 1797 el padre de Jane lo ofreció a un editor, que lo rechazó.
Jane Austen revisó la obra en 1809-1810 y de nuevo en 1812, ofreciéndolo entonces, con el apoyo de su hermano Henry, a otro editor, que había publicado Sentido y sensibilidad el año anterior.
Se publico por primera ver el 28 de enero de 1813.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Se quierían.



Se querían.
Sufrían por la luz, labios azules en la madrugada,
labios saliendo de la noche dura,
labios partidos, sangre, ¿sangre dónde?
Se querían en un lecho navío, mitad noche, mitad luz.

Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.

Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca.

Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente sólo.

Se querían de día, playa que va creciendo,
ondas que por los pies acarician los muslos,
cuerpos que se levantan de la tierra y flotando...
se querían de día, sobre el mar, bajo el cielo.

Mediodía perfecto, se querían tan íntimos,
mar altísimo y joven, intimidad extensa,
soledad de lo vivo, horizontes remotos
ligados como cuerpos en soledad cantando.

Amando. Se querían como la luna lúcida,
como ese mar redondo que se aplica a ese rostro,
dulce eclipse de agua, mejilla oscurecida,
donde los peces rojos van y vienen sin música.

Día, noche, ponientes, madrugadas, espacios,
ondas nuevas, antiguas, fugitivas, perpetuas,
mar o tierra, navío, lecho, pluma, cristal,
metal, música, labio, silencio, vegetal,
mundo, quietud, su forma. Se querían, sabedlo.


Vicente Aleixandre          

miércoles, 15 de febrero de 2012

Si me llamaras, si...



¡Si me llamaras, sí,

si me llamaras!

Lo dejaría todo, 
todo lo tiraría:
los precios, los catálogos,
el azul del océano en los mapas,
los días y sus noches,
los telegramas viejos
y un amor.
Tú, que no eres mi amor,
¡si me llamaras!

Y aún espero tu voz:
telescopios abajo,
desde la estrella,
por espejos, por túneles,
por los años bisiestos
puede venir. No sé por dónde.
Desde el prodigio, siempre.
Porque si tú me llamas
-¡si me llamaras, sí, si me llamaras!-
será desde un milagro, 
incógnito, sin verlo.

Nunca desde los labios que te beso,
nunca desde a voz que dice: 
"No te vayas."

Pedro Salinas

Que alegría, vivir

Qué alegría vivir

sintiéndote vivido.

Rendirse
a la gran certidumbre, oscuramente,
de que otro ser, fuera de mí, muy lejos
me está viviendo.
Que cuando los espejos, los espías,
azogues, almas cortas, aseguran
que estoy aquí, yo, inmóvil,
con los ojos cerrados y los labios,
negándome al amor
de la luz, de la flor y de los nombres,
la verdad transmisible es que camino
sin mis pasos, con otros
allá lejos, y allí
estoy besando flores, luces, habo.
Que hay otro ser, por el que miro el mundo,
porque me está queriendo con sus ojos.
Que hay otra voz con la que digo cosas
no sospechadas por mi gran silencio;
y sé que también me quiere con su voz.
La vida - ¡qué transporte ya! -, ignorancia
de lo que son mis actos, que ella hace,
en que ella vive, doble, suya y mía.
Y cuando ella me hable
de un cielo oscuro, de un paisaje blanco,
recordaré
estrellas que no vi, que ella miraba,
y nieve que nevaba allá en su cielo.
Con la extraña delicia de acordarse
de haber tocado lo que no toqué
sino con esas manos que no alcanzo
a coger con las mías, tan distantes.
Y todo enajenado podrá el cuerpo
descansar, quieto, muerto ya. Morirse
en la alta confianza
de que este vivir mío no era solo
mi vivir: era el nuestro. Y que me vive
otro ser de la no muerte.

Pedro Salinas

Ayer te besé en los labios.

Ayer te besé en los labios.
Te besé en los labios. Densos,
rojos. Fue un beso tan corto,
que duró más que un relámpago,
que un milagro, más. El tiempo
después de dártelo
no lo quise para nada, 
para nada
lo había querido antes.
Se empezó, se acabó en él.

Hoy estoy besando un beso;
estoy solo con mis labios.
Los pongo
no en tu boca, no, ya no...
-¿A dónde se me ha escapado?-.
Los pongo
en el beso que te di
ayer, en las bocas juntas
del beso que se besaron.
Y dura este beso más
que el silencio, que la luz.
Porque ya no es una carne
ni una boca lo que beso,
que se escapa, que me huye.
No.
Te estoy besando más lejos.

Pedro Salinas